martes, 2 de junio de 2015

¡¿Hasta dónde piensan llegar estos "caciques" para aferrarse al poder?!

Habitantes de España, dada la situación del mapa electoral, estamos siendo testigos de maniobras de auténtico esperpento por parte de los partidos de la vieja política. De otro lado, vemos un movimiento arrollador de regeneración; siguiendo, el proceso, el orden natural de las cosas, excepto por un aspecto.

Resulta que los partidos en proceso de putrefacción se sirven de tretas propias de los regímenes totalitarios para tratar de impedirlo, tales como: la censura y manipulación de los medios de comunicación, la utilización de recursos públicos para su persecución, o la difamación a base de calumnias y falacias que ni ellos mismos pueden asimilar; todo con la sola intención perpetuarse en el poder, y seguir disponiendo de TU dinero para velar por SUS intereses, y garantizar SU futuro en detrimento del TUYO (y de cuanto te rodea). 

Llegando incluso a poner en peligro la vida de millones de griegos con fines exclusivamente partidistas. De nuestros hermanos griegos; los padres de la democracia. Anteponiendo los intereses de los especuladores alemanes, el absolutismo financiero, y las ideas anarco-liberales que defenestran Europa, a los principios democráticos y de sentido común; y como digo, a la vida de personas ya muy castigadas.

Ese conjunto de sátrapas que hacen las veces de representantes de éste maltrecho país, se han quitado definitivamente la careta para mostrarnos sus espantosas faces (y fauces). Sin tapujos, a la vista de todos; y esto, ciudadanos, no lo PODEMOS permitir.

Quienes entreguen su voto a estas bandas organizadas, incluidos los integrantes de sus extensas redes clientelares; no son, sino cómplices del fraude y del saqueo de este país, y suponen una rémora.

A día de hoy no se han acuñado conceptos capaces de describir la vergüenza que siento. Permitid que me afloje la corbata de la dialéctica. Este conjunto de minusválidos intelectuales; que hacen parecer al mismo "Tony Montana" un personaje romántico y entrañable, aspiran a la normalización de "lo obsceno". Lanzan mensajes y alegatos que rallan en la imbecilidad. Ponen de manifiesto una catadura moral que, muy lejos de ser dignos de dirigir un país como éste; se postulan más bien como adalides de la indecencia. Forman parte del problema, y deben desaparecer; relegados al olvido. Asociados "ad infinitum" a lo deleznable; y, a ser posible, condenados de por vida a penas intransigentes.

Deseo terminar mi denuncia aludiendo al gran W.Shakespeare: <Para el tiempo que nos han concedido de vida, usémoslo para desollar cabezas de Reyes>.

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